DESRATIZACIÓN

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DESRATIZACIÓN EN TOLEDO Y MADRID

En Grupo Muñoz hacemos trabajos de desratización en diferentes escenarios. Trabajamos en Toledo y Madrid

Los roedores poseen dientes muy poderosos con los que pueden llegar a roer las paredes de madera de los graneros para conseguir comida y por su necesidad permanente de roer destruyen toda clase de instalaciones como: cables eléctricos, tuberías de plástico, conducciones de agua y gas, etc. ¡Se sabe que son incluso capaces de agujerear tuberías de plomo!

El cuerpo está cubierto por un pelo gris, basto y rígido, la cola es larga, las orejas grandes y el hocico puntiagudo. Tiene una característica especial: poseen cuatro dientes 2x2, incisivos que además de estar protegidos por un esmalte durísimo y poseer una estructura en forma de bisel cortante, no cesan de crecer hasta su muerte, de ahí su necesidad de roer constantemente para mantenerlos en tamaño adecuado.

Clases de hábitos:

Las familias de roedores son numerosas, entre ellas, las más importantes son: los cricétidos, los murdidos, y los glíridos.

Problemas sanitarios que ocasionan:

Una rata de sólo un año, expulsa unas diez mil cápsulas fecales, evacua más de cuatro litros de orina, alberga hasta 10.000 piojos y pulgas y pierde casi un millón de pelos, que contaminan el medio como vectores de diversas enfermedades, no sólo transmitibles al ganado sino también al hombre.

Por otra parte, las ratas pueden devorar animales pequeños actuando solas e incluso animales grandes, si actúan en manada. Además, aunque no lleguen a devorar a las personas o animales sus mordeduras suelen ser graves porque transmiten enfermedades. Entre las enfermedades que propagan los roedores tenemos: leptospirosis, tiña, triquinosis, mal rojo del cerdo, aftosa, rabia, neumonía contagiosa, fiebres tíficas y paratilomielisis, tufaremia, entre otras.

Daños Económicos:

Internacionalmente está establecido que cada rata consume al año en alimentos 2 dólares, es decir, 1,50 euros, y ocasiona 10 veces mayores pérdidas por su necesidad permanente de roer, destruyendo instalaciones eléctricas, conducciones de agua y gas, muebles, ropa, vigas, cercas, puertas y ventanas de madera.

Estas cifras calculadas por expertos internacionales, son medias, y si las consideramos en detalle podremos observar que son más bien bajas. Una rata adulta come diariamente de 80 a 100 gramos de alimentos. Si tenemos en cuenta que 100 gramos de pienso compuesto cuesta entre 3 y 4 céntimos, el costo de la alimentación de una rata al año es de 5 euros.

Por otra parte, todos conocemos la intranquilidad y el nerviosismo que provoca en el ganado la presencia de las ratas y los ratones, lo que indudablemente tiene que repercutir en el rendimiento, ya sean huevos, carne o leche.

Estas cifras son difíciles de calcular, al igual que las pérdidas que producen las enfermedades que transmiten. Pero sólo con el valor de lo que consumen y con el costo de una desratización permanente, se puede apreciar la conveniencia de acabar con estas alimañas.